No podemos tener una buena relación con algo o alguien sin realmente conocerlo. Y esto cobra vital importancia cuando de lo que hablamos es tu propio cuerpo. El énfasis en la educación de la salud femenina, tanto escolar como familiar, del conocimiento del cuerpo, incluyendo aquello que era tabú hace no tantos años como la regla, es fundamental para que la adolescente y luego mujer pueda tener una relación sana y feliz con su cuerpo.
La práctica de Mindfulness nos lleva a trabajar la apertura, la conexión y el conocimiento directo del cuerpo y la mente y hace de ellos nuestros amigos y aliados de por vida.
La atención plena ofrece una invitación constante a abrirse a la experiencia de vivir a través del cuerpo con amabilidad, con cariño, con curiosidad hacia nuestro cuerpo tal y como es, en cada momento y fase de la vida, con sus momentos maravillosos y sus momentos más difíciles. No podemos cambiar las transformaciones por las que nuestro cuerpo pasa, pero sí la manera en las que nos relacionamos con ellas.
Entre esos momentos no siempre fáciles están esos días del mes en los que las mujeres tenemos la menstruación. Puede ser simplemente incómodo o llegar a ser doloroso, pero siempre estará ahí, hasta el día de nuestra menopausia. Pero podemos cambiar nuestra relación con ella para que no sea “esos terribles días del mes”. Quizás nos ayude el darnos cuenta de que la regla es el recordatorio mensual de ese increíble don que es poder dar la vida. ¿Y no es eso maraviIloso?
Durante el ciclo menstrual, la mujer pasa por cuatro fases: fase lútea, menstruación, fase folicular y ovulación
Durante todo el mes nuestro cuerpo está cambiando para cada ciclo dar cabida a la concepción de una nueva vida. La fase lútea, que empieza después de la ovulación, es diferente si ha habido fecundación o no. Si no hay fecundación se caracteriza por lo que se conoce por síndrome pre-menstrual. En esta etapa suele haber cambios de humor e irritabilidad que no entendemos, con tendencia a caer en estados de ánimo bajos y tensión mamaria a veces bastante incómoda.
Por ello es importante saber dónde estás en el ciclo para darte cuenta de que tienes que traer más amabilidad a tu experiencia. Si te sientes, por ejemplo, irritable y no sabes por qué, quizá es simplemente porque estás en esta fase de tu ciclo. Date un respiro y no te critiques por cómo estás en esos momentos. Tómate un tiempo para hacer las cosas de otra manera, quizá más despacio y busca confort, date un baño o tomándote una taza de té…
Después viene la menstruación, que no es más que la pérdida de todo que se estaba preparando para la recepción del óvulo fecundado. Es cierto, una etapa del mes, que puede resultar incómoda y requiere una cierta preparación. Pero, precisamente, si estás preparada porque sabes más o menos cuando va a llegar puedes tener todo previsto y sin estrés.
Llevar un registro de las fechas, duración, cómo se siente nuestro cuerpo…
Por lo que hemos comentado antes, apuntar lo que va ocurriendo te permite saber en qué fase estás y entender y prever lo que necesitas en cada momento del mes, tanto externo como tu cuidado interno de tu cuerpo y tu estado mental.
Llevar un registro de fechas es fundamental, tanto para entender cuando puedes quedarte embarazada como para saber si estás en tu fase SPM, más sensible, o si tienes que tomar precauciones para tener todo lo necesario contigo para el momento preciso en el que te llegue la regla.
¿Cómo introducir el autocuidado?
Como decíamos al principio cuando conoces tu cuerpo y estás conectado con él el autocuidado acontece de una manera natural. En lugar de tomar una actitud de “vaya qué horror", "otra vez la regla...”, sería “me toca otra vez ese momento que me invita a cuidarme más”. Escuchar nuestro cuerpo y ver qué es lo más conveniente en esos días puede invitar a la serenidad , y no al estrés, quizá dedicarte más a la lectura o al estudio y dejar esa marcha que tenías prevista para más adelante.
Puedes hacer ejercicio físico, pero más moderado y nunca posiciones invertidas durante largo tiempo, como por ejemplo hacemos en yoga. Simplemente escúchate con atención y respóndete con cariño y cuidado.
Beneficios de practicar mindfulness
En lugar de preocuparse y estresarse, la práctica de mindfulness nos permite aceptar los ciclos de nuestro cuerpo, dejar que el cuerpo siga su ciclo natural y adaptar nuestro comportamiento a las necesidades tanto físicas como emocionales momento a momento. Es una oportunidad para parar y cuidarse un poco más.
(Imágen: Artem Beliaikin)
Commentaires