Una mañana
(Rosemery Wahtola Trommer)
Una mañana
nos despertaremos
y nos olvidaremos de construir
esta pared que estábamos construyendo.
La pared entre nosotros,
la que hemos estado construyendo
durante años, quizás,
por un cierto sentido
de justicia y de límites
quizás también por costumbre.
Una mañana
nos despertaremos
y dejaremos que nuestras manos vacías
cuelguen hacia los lados.
Quizás se eleven,
como hacen a veces
las cosas vacías
cuando se las lleva el viento,
quizás, sencillamente
no puedan recordar cómo agarrar,
cómo enfadarse.
Nos despertaremos esa mañana
y habremos extraviado
todas nuestras teorías
de por qué y de cómo
y de quién le hizo algo a alguien.
Habremos traspapelado
todos los plazos
de cuándo y de qué
y no nos apresuraremos
a escribir de nuevo
esos planes y esas teorías.
En esa mañana
no habrá cambiado
mucho más
lo que florece
seguirá floreciendo,
lo que se marchita
seguirá marchitándose.
Habrá campos que arar
y trenes que cargar
y niños que alimentar
y trabajo que hacer
y en cada momento
en cada acción
sentiremos la necesidad de darte las gracias
y nos rendiremos al deseo de hacer una reverencia.
A veces, nuestras mañanas comienzan con prisas: suena el despertador y saltamos de la cama con estrés, casi sin respirar, pensando en la larga lista de actividades que nos esperan en el día. Introducir hábitos de Mindfulness nos puede ayudar a iniciar la jornada de una forma más relajada, consciente, estando presentes en el aquí y el ahora.
Desde MindEdu te invitamos a incorporar alguna práctica de atención plena cada mañana. Y así, cuando suene el despertador, en lugar de levantarte rápido, intenta tomar conciencia de tu respiración y de tu cuerpo. Si tienes quince minutos, te invitamos a realizar el escáner corporal:
Lavarse los dientes y ducharse
Cuando te laves los dientes, te invitamos a sentir el contacto de la pasta de dientes y el cepillo en tu boca, y si te duchas, presta atención a cómo el agua se desliza por tu cuerpo: ¿qué temperatura tiene?, ¿cómo suena?, ¿sientes el olor del jabón? Intenta estar en el aquí y ahora, relájate y disfruta.
El desayuno
Comenzar el día con un buen desayuno es uno de los primeros cuidados que recibe nuestro cuerpo. Te invitamos a detenerte un momento y observar los colores de los alimentos, el olor, la temperatura, la textura y mastica lentamente saboreando cada bocado.
Mindfulness y yoga
Si tienes media hora, otra buena forma de comenzar el día es realizar unos minutos de estiramientos, prácticas de movimiento atento o yoga.
Si prefieres, puedes salir a dar un paseo o correr. Sea cual sea el ejercicio que realices, presta atención a tu respiración y a cada movimiento que hagas con tu cuerpo.
El estudio o el trabajo
Si tienes que desplazarte al instituto, la universidad o puesto de trabajo, intenta ir tranquilamente, disfrutando el recorrido, observando la naturaleza y las personas que te rodean.
¿Cuál de los hábitos de atención plena te gusta más? ¿Por cuál te gustaría comenzar? Desde el equipo de MindEdu, te recomendamos empezar de a poco, quizás puedas elegir una práctica de Mindfulness y probar cómo te sientes. Es importante que te sientas a gusto y que incorporar este hábito te traiga bienestar.
(Imagen 1: Aaron Burden, Imagen 2: Ashley Byrd)
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